- La tasa de paro de las personas con discapacidad en España se redujo 2,4 puntos en 2017, año en que se situó en el 26,2%. Pese a esta caída, superó en más de nueve puntos a la de la población sin discapacidad (17,1%).
Madrid, 20 de diciembre de 2018. El Consejo Español para la Defensa de las personas con Discapacidad y/o con Dependencia (CEDDD) celebra que en 2017 tasa de paro de las personas con discapacidad fue del 35% (dos décimas menos que en 2016), lo que supuso más de 42 puntos menos que la de la población sin discapacidad. Por su parte, la tasa de empleo fue del 25,9%, más de 38 puntos inferior a la de las personas sin discapacidad. Son datos de la encuesta «El empleo de las personas con discapacidad, Año 2017», del Instituto Nacional de Estadística (INE), que destaca la «baja participación» de este colectivo en el mercado laboral.
Así, el pasado año, solo el 35% de las personas con discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años) eran activas (estaban trabajando o buscando empleo), una tasa de actividad 42 puntos inferior a la de la población sin discapacidad. Por comunidades autónomas, las mayores tasas de actividad se dieron en Castilla-La Mancha (45,9%), La Rioja (45,3%) y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (48,9%), en tanto que las más bajas se registraron en Galicia (28,2%), Asturias (29,8%) y Canarias (30,1%).
La participación laboral, según el INE, está determinada por el tipo e intensidad de la discapacidad: oscila entre el 57,7% cuando es menor y disminuye hasta el 11,4 para un grado superior. Las mayores tasas de actividad las tienen las personas con deficiencias auditivas (58,1%) y las menores, las que tienen discapacidad mental (31,1%).
Por su parte, la tasa de paro del colectivo disminuyó un 2,4 por ciento y se situó en el 26,2%, 9,1 puntos por encima de la de las personas sin discapacidad. La tasa de empleo fue del 25,9% frente al 64,4% de las personas sin discapacidad y aumentó un 0,8% respecto a 2016. Dentro del grupo de activos, el mayor porcentaje son hombres, tiene más peso la franja de edad de entre 45 y 64 años y menos las personas con estudios superiores que en los activos sin discapacidad.
Para la población ocupada con discapacidad (481.000 personas en 2017) se observaron las mismas diferencias en cuanto a sexo, edad y nivel educativo que las señaladas para los activos en comparación con los ocupados sin discapacidad.
Los datos señalan, además, que el 89,1% de los ocupados eran asalariados y, de ellos, el 74,4% tenían contrato indefinido. El 82,7% desempeñó su actividad en el sector servicios.
En cuanto al paro, hay un mayor porcentaje de hombres, de personas de 45 a 65 años y de aquellos que tienen estudios primarios que en los parados sin discapacidad.
Al igual que sucede en la población general, las mujeres con discapacidad tienen menos presencia activa en el mercado laboral, aunque la diferencia es pequeña (35% frente al 35,1% de hombres). La tasa de empleo de los varones superó el pasado año al de las mujeres en un 0,4%, mientras que la tasa de paro fue superior en 0,9 puntos.
La encuesta también revela que en 2017 la mayor incidencia del desempleo fue en la población de 25 a 44 años. Respecto a las medidas que incentivan la participación del colectivo en el mercado laboral, el 27,3% de los ocupados que cotizaron a la seguridad social tenía algún tipo de reducción o bonificación.