La detección precoz de los trastornos mentales en jóvenes y adolescentes es fundamental para que las personas diagnosticadas con patologías de este tipo puedan tener una vida adulta saludable. Además, en términos económicos, implicaría un ahorro de recursos.
Estas son algunas de las conclusiones a las que se llegó ayer en la jornada sobre salud mental ‘Detección precoz de los trastornos mentales en jóvenes’, organizada por el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD). Un evento retransmitido por Radio La Barandilla, moderado por D. José Manuel Dolader y en el que participaron Dña. Teresa Oñate, presidenta de AMAI TLP; Dña. Rosa Iglesias y Dña. Encarni Cabrera, presidenta y psicóloga respectivamente de Planeta TOC; y la teniente coronel Dña. Marta Presa, Jefa de Psiquiatría del Hospital Gómez Ulla.
Abrió la jornada la adjunta a Presidencia del CEDDD, Dña. Mar Ugarte, que entre otras cuestiones destacó que los trastornos mentales representan el 16% de la carga mundial de enfermedades y lesiones en las personas de edades comprendidas entre 10 y 19 años. Sin embargo, muchas de esta estas patologías no llegan a ser diagnosticadas y las que sí lo son reciben el diagnóstico tarde.
Madres de una persona con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) y de dos hijos con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), Teresa Oñate y Rosa Iglesias denunciaron durante sus intervenciones este vacío en el tratamiento de trastornos mentales. “Qué terrible que el diagnóstico llegue a los 14 años, ¿qué ha pasado antes?”, se preguntó Iglesias.
Desde su experiencia personal, ambas coincidieron en destacar la importancia de la detección precoz de estos trastornos para facilitar así una vida adulta saludable a las personas que las padecen. “La detección precoz es importante porque el ser humano es como un arbolito; cuanto más pronto lo cogemos, antes lo podemos enderezar”, señaló Oñate.
“La cabeza hay que tratarla como se trata un hígado o un riñón”
Tanto en casos de TLP como de TOC, las personas que tienen estas patologías “sufren muchísimo, porque viven a flor de piel”, explicó Oñate. Tanta, que “se autolesionan para combatir el dolor constante que sienten”, tal y como apuntó Oñate.
Desde esta asociación también se trabaja haciendo detección precoz en los colegios para concienciar sobre la enfermedad mental. “La cabeza hay que tratarla como se trata un hígado o un riñón”, afirmó la presidenta de AMAI TLP.
No obstante, tanto desde AMAI como desde Planeta TOC inciden la importancia de la familia a la hora de tratar y gestionar estas patologías. “La familia es un factor de protección, pero también puede ser un factor precipitante, es precisamente la primera que estigmatiza”, señaló Iglesias. Ello ocurre, en parte, porque no encuentran apoyos fuera del núcleo familiar. “Cuando les dan el diagnóstico, los padres tienen un sentimiento de culpa terrible, porque lo primero que piensan es que han hecho algo mal”, según la presidenta de Planeta TOC. Para amortiguar estos efectos negativos, la asociación trabaja desde hace tres años haciendo terapias a domicilio con todos los miembros de la unidad familiar.
Profesionales de la salud mental
El punto de vista profesional lo aportaron Encarni Cabrera y Marta Presa. La psicóloga destacó que, si bien es cierto que “existe mucha morbilidad entre TLP y TOC, es mucho más difícil trabajar con TLP, porque viven con mucha intensidad”. Según Cabrera, los orígenes de estos trastornos se pueden encontrar ya en etapas perinatales. “Cuando un niño empieza a tener una patología, es somática; por eso cuando un niño es inquieto, hace trastadas… Decimos que ‘es un niño malo, pero en realidad está pidiendo ayuda a gritos’, comentó la psicóloga. Por ello, dijo, “es necesario formar a los profesionales en detección precoz, porque con una pequeña inversión ahorraríamos mucho”. Solo así “se puede normalizar la vida de una persona con TOC o TLP”, añadió Cabrera.
Y espectros TOC hay tantos como personas. Entre otros, están el obsesivo puro, a través del pensamiento. Según la profesional de la Psicología, “son las personas que están rumiando las alternativas que les ofrece la vida sin llegar a hacer nada”. También hay “TOC religioso; TOC de amor, que es cuando hay una duda compulsiva de si quiero a mi pareja o no… En general, el TOC es cualquier cosa que no me pueda quitar de la cabeza, que no me deje pensar en otra cosa”, añadió.
En este sentido, Cabrera señaló que el TOC es una de las cinco enfermedades más discapacitantes a nivel mundial. Y para muestra, un botón: “He tenido pacientes que han estado 8, 10 horas sin poder salir de la ducha”, afirmó.
Sobre los efectos de la pandemia en personas con TOC, la profesional destacó que ha pasado desapercibida para las personas con trastorno severo. “Sin embargo, a la población subclínica la COVID le ha hecho mucho más efecto y cada vez más personas han dejado de ser funcionales”, aclaró.
«La COVID ha hecho mucho más efecto a la población subclínica y cada vez más personas han dejado de ser funcionales»
En la misma línea se manifestó Marta Presa, jefa de Psiquiatría del Hospital Gómez Ulla, durante su intervención. “Este año de pandemia ha aumentado el número de pacientes que han entrado por urgencias sin patologías previas”, dijo, para luego destacar que “tenemos 10 adolescentes en lista de espera sin camas, y eso que en general ha aumentado el número de camas para adolescentes”. Como ejemplo Presa puso el Hospital 12 de Octubre, “que ha destinado toda una planta a adolescentes”, según comentó.
Según su experiencia, la pandemia ha hecho mucho daño a las personas psicorígidas, que aquellas con necesidad tenerlo todo controlado, “porque ha producido fallos de control a todos los niveles y eso desencadena conductas obsesivas”.
Sobre detección precoz, la profesional de Psiquiatría explicó que hay que saber ver qué hay detrás de ciertos comportamientos. “No son trastornos de conducta sin más; el adolescente que bebe, fuma… tiene una ansiedad que cubre con el alcohol y el tabaco”, aseveró.
Otros síntomas en niños más pequeños pueden ser la repetición conductual y las conductas obsesivas.
En cualquier caso, algunas posibles soluciones pasan por aumentar el tiempo de consulta (“actualmente solo tenemos 15 minutos para atender a cada persona y es muy poco”, señaló Marta Presa), formar a profesionales en detección precoz y sensibilizar a la población.
Desde CEDDD seguimos trabajando a través de nuestros Consejos Sectoriales para visibilizar y concienciar sobre los derechos de las personas con trastornos de salud mental, así como para la adecuada intervención de las autoridades públicas y del conjunto de la población a través de un nuevo modelo de sociedad que asegure su salud y su bienestar.
La jornada ya está disponible de forma íntegra en canal de YouTube de CEDDD.