La ausencia de una ley nacional la Atención Temprana en España es un factor de desigualdad social. A falta de números oficiales, se calcula que un 10% de la población infantil entre 0 y 6 años se beneficiaría de estos servicios.
El Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) exige una ley nacional de Atención Temprana, que vaya en línea de lo establecido en el ODS3 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, ‘Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades’. Definida en el Libro Blanco de la Atención Temprana como “el conjunto de actuaciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tiene por objeto dar respuesta, de forma lo más inmediata posible, a las necesidades que presentan los niños y niñas con alteraciones en el desarrollo o con riesgo de padecerlas, y/o a sus familias”, la ausencia de una legislación estatal en torno a este servicio sigue generando desigualdades en función de la comunidad autónoma de nacimiento o residencia.
Los servicios de Atención Temprana deberían incluir a todos los menores de 0 a 6 años que presentan algún tipo de discapacidad en algún momento de su desarrollo evolutivo, lo cual se detecta a diferentes edades. En el año 2000, cuando se publicó el Libro Blanco, había en España 255.227 afectados. La ausencia de datos a este respecto imposibilita hoy día conocer con exactitud el número de familias que requieren estos servicios.
A su vez, la ausencia de una regulación que armonice las prestaciones de unos servicios mínimos a estos niños, favorece las desigualdades por territorio y la falta de homogeneización de criterios de intervención. Una realidad a la que hay que añadir listas de espera, déficit de derivación, la falta de medios y ausencia de tratamientos reducidos a los tres primeros años de vida, etc. Ante esta situación, encontramos que en muchas ocasiones sólo se atienden a niños con determinadas discapacidades como los trastornos del espectro autista o la parálisis cerebral olvidando así al resto que necesitan igual o más de la Atención Temprana.
Por todo ello, y apoyando a los centros especializados en Atención Temprana, tanto públicos, privados como concertados, en CEDDD demandamos el desarrollo de un sistema de atención temprana que implique el reconocimiento y garantía de un derecho subjetivo a la atención temprana integral y universal, que vaya más allá de los 6 años en función de las necesidades del menor y sin discriminaciones por territorio, como garantía de calidad, inserción e igualdad de todos los ciudadanos españoles.
La Atención Temprana está universalmente reconocida como un conjunto de acciones que se orientan hacia la prevención y la intervención asistencial de los niños que se encuentran en situaciones de riesgo o que presentan alguna discapacidad. Pero, a la vez, es un conjunto de intervenciones con el que se actúa para poder garantizar las condiciones y la respuesta familiar ante estas circunstancias en los diferentes entornos vitales.