Disfrutar de unas vacaciones seguras y placenteras debería estar al alcance de todos. Sin embargo, cuando se tiene una discapacidad, es necesario tener en cuenta una serie de factores para evitar imprevistos y garantizar una experiencia positiva.
Desde la planificación del viaje hasta el regreso a casa, en CEDDD te presentamos lo que necesitas saber para viajar sin sobresaltos y tener unas vacaciones accesibles y sin sobresaltos en el caso de tener una discapacidad.
1. Planificación anticipada: clave del éxito
La preparación es esencial. Una buena planificación minimiza riesgos y sorpresas desagradables.
- Consulta médica previa: Habla con tu médico sobre el destino, las condiciones climáticas y el tipo de actividades que planeas hacer. Puede ser necesario llevar un informe médico, recetas o ajustar la medicación.
- Documentación necesaria: Asegúrate de llevar tus documentos personales, informes médicos, tarjetas sanitarias y certificados de discapacidad, si los tienes.
- Seguro de viaje especializado: Elige un seguro que cubra tus necesidades específicas, como atención médica en el extranjero, pérdida de dispositivos de asistencia, o repatriación.
2. Transporte accesible
Elige opciones de transporte que puedan acomodar tus necesidades.
- Aviones: Informa a la aerolínea con antelación sobre tu discapacidad. Pregunta por asistencia en embarque, sillas de ruedas, transporte de ayudas técnicas sin coste adicional, etc.
- Trenes o autobuses: Verifica si cuentan con rampas, ascensores y espacio para sillas de ruedas. En muchos casos, es necesario reservar asistencia con anticipación.
- Vehículos adaptados: Si planeas alquilar coche, asegúrate de que sea compatible con tus requerimientos (controles manuales, grúas, etc.).
3. Alojamiento adaptado
Una habitación ‘accesible’ no significa lo mismo en todos los países.
- Verifica directamente: Llama o escribe al alojamiento para confirmar las adaptaciones reales: baño con barras, ducha a ras de suelo, accesos sin escalones, anchos de puertas, etc.
- Busca experiencias de otros viajeros: Leer reseñas de personas con discapacidad puede darte una idea más precisa de lo que realmente ofrece el lugar.
4. Equipamiento y asistencia técnica
Asegúrate de tener lo necesario durante todo el viaje.
- Lleva tus ayudas técnicas personales: Sillas de ruedas, bastones, audífonos, respiradores, etc. Y si es posible, lleva repuestos o elementos de reparación básicos.
- Cargas y baterías: Verifica que puedas cargar tus dispositivos (tomas compatibles, voltajes, baterías de respaldo).
- Alquiler en destino: En algunos lugares puedes alquilar equipamiento (sillas eléctricas, scooters, grúas para traslado). Investiga proveedores confiables antes de viajar.
5. Itinerarios y actividades adaptadas
Las vacaciones son para disfrutar, no para sortear obstáculos innecesarios.
- Elige actividades inclusivas: Muchos museos, parques naturales, playas y atracciones ofrecen opciones accesibles. Asegúrate de comprobar accesos, guías adaptadas o personal de apoyo.
- Evita la improvisación total: Deja espacio para la espontaneidad, pero procura tener una base de actividades pensadas para tus necesidades.
- Infórmate sobre derechos locales: Las leyes de accesibilidad varían según el país. Saber cuáles son tus derechos puede ayudarte a defenderte en caso de necesidad.
6. Comunicación y apoyo
Viajar acompañado o tener contactos de emergencia puede marcar la diferencia.
- Viajar con compañía: Si es posible, viaja con alguien que pueda ayudarte en situaciones imprevistas.
- Lenguaje y accesibilidad comunicativa: Si tienes discapacidades sensoriales o del habla, lleva contigo tarjetas de comunicación, apps de traducción o certificados que expliquen tu situación.
- Números de emergencia locales: Ten a mano los contactos de emergencias médicas y de apoyo a personas con discapacidad en el lugar de destino.
7. Actitud positiva y derechos claros
Viajar con discapacidad implica asumir ciertos desafíos, pero también es una oportunidad para reclamar tu espacio en el mundo.
- No tengas miedo de preguntar o exigir: La accesibilidad es un derecho, no un favor.
- Comparte tu experiencia: Tu testimonio puede ayudar a otros viajeros y promover cambios positivos.