Asociaciones del ámbito de la salud mental miembros del Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) analizan la realidad del suicidio en la jornada ‘Agárrate a la vida’, que ya está disponible con subtítulos en YouTube.
Considerado la epidemia del siglo XXI por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es la causa de la muerte de casi un millón de personas al año en el mundo. En España, según los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), 2020 -año de pandemia- contabilizó el mayor número de suicidios desde que se empezaran a registrar en el año 1906, con un total de 3.941 personas fallecidas por esta causa. La media es de 11 suicidios al día, uno cada dos horas y cuarto. Por sexos, el 74% de los fallecidos eran hombres (2.938) y el 26% restante, mujeres. Estas últimas han superado por primera vez los 1.000 suicidios.
Con estas cifras y una tasa de suicidio de 7,7 por cada 100.000 habitantes, la muerte autoinfligida es la principal causa de deceso no natural en nuestro país, con el triple de muertes que los accidentes de tráfico,13,6 veces más que los homicidios y 85 veces más que la violencia de género.
Ante esta realidad y coincidiendo con la semana de la prevención del suicidio, el Consejo para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) celebró ayer la jornada ‘Agárrate a la vida’, en la que sus asociaciones miembros del ámbito de la salud mental analizaron como detectar y prevenir posibles ideaciones suicidas. En el evento, el primero presencial tras la pandemia, participaron Dña. Rosa Iglesias, presidenta de Fundación Planeta TOC; D. José Manuel Dolader, director de Asociación La Barandilla; Dña. Bibiana Serrano Marín, directora de Fundación Asam Familia; D. Antonio Muñoz, de la Asociación Paso a Paso Aragón; D. Gorry, director de la Asociación Tú Decides, y la psicóloga Dña. Ana Cabadas, de Fundación AMAI TLP. La jornada fue presentada por Dña. Mar Ugarte, adjunta a Presidencia del CEDDD, y clausurada por el presidente de la entidad, D. Albert Campabadal.
Entre otras cuestiones, los ponentes analizaron cuál es la realidad de la salud mental en España y plantearon posibles soluciones para acabar con la lacra del suicidio. Así, Bibiana Serrano Marín expuso la necesidad de “involucrar a los profesores” para reducir las muertes por suicidio entre los jóvenes. Según su experiencia trabajando con personas con trastornos de salud mental, “se tarda una media de 10 años en dar con un diagnóstico profesional”, por lo que se puede llegar antes a los primeros brotes si se cuenta con la colaboración de toda la comunidad educativa.
Una reclamación a la que se sumó la psicóloga Ana Cabadas, que señaló que “desde las asociaciones estamos intentando entrar en los colegios de forma desesperada, pero todavía no hemos conseguido llegar”.
En la misma línea, Rosa Iglesias recordó que una patología de salud mental “se desarrolla muy fácil” y además del apoyo profesional, las asociaciones tienen que trabajar para “formar a las familias y darles apoyo”. Y añadió: “El sistema no puede con todo; es necesaria la intervención familiar para ayudarles a gestionar mejor la situación”.
Sobre qué motivos pueden llevar a una persona a quitarse la vida, los expertos coincidieron en que no existe uno solo. Tal y como explicó Gorry, “hay momentos en los que se dan necesidades vitales que no se pueden soportar; entonces el suicidio es una solución definitiva a problemas puntuales de la vida”.
Y aunque no siempre hay comportamientos clave para detectar una conducta suicida, sí se pueden dar señales que propicien una intervención temprana. Padre de una joven que llegó cometer suicidio, Antonio Muñoz compartió su experiencia con los presentes afirmando en primer término que él y su mujer hicieron todo lo posible por evitar el desenlace y destacando el apoyo recibido por las entidades que trabajan por la prevención y la superación del suicidio. Recordó que el día que lo consiguió, su hija “tenía una mirada muy rara, pero lo achacamos al cambio de medicación”.
A este respecto, la presidenta de la Fundación Planeta TOC advirtió que, efectivamente, “cuando una persona que suele ser inquieta en el ámbito mental se apaga, es una señal de que puede estar pensando en quitarse la vida; porque tiene un sufrimiento, ha estado pensando en ello y en esa idea ha encontrado la paz”.
Por su parte, José Manuel Dolader, director del primer teléfono contra el suicidio en España, destacó en su papel de moderador que, pese a los datos de años anteriores, “en 2022, gracias al trabajo de muchas entidades y de la prevención de la sociedad, estamos convencidos de que van a bajar las cifras del número de suicidios en España”.
La #jornadaCEDDD ‘Agárrate a la vida’ ya está disponible con subtítulos en el canal de YouTube de CEDDD.
