Cada 10 de diciembre conmemoramos el Día de los Derechos Humanos, una fecha fundamental que celebra la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) en 1948. Este documento histórico sentó las bases de un compromiso global: reconocer que todas las personas, sin excepción, nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
Sin embargo, más de 75 años después, todavía existen colectivos cuyos derechos continúan viéndose vulnerados. Entre ellos, las personas con discapacidad, las personas en situación de dependencia y las personas mayores.
El Día de los Derechos Humanos no es solo una jornada simbólica; es un recordatorio urgente de que la igualdad proclamada sobre el papel debe traducirse en prácticas reales, accesibles y efectivas. Y aquí es donde la defensa activa cobra especial relevancia.
Derechos humanos y discapacidad: una relación inseparable
Para millones de personas con discapacidad en todo el mundo, disfrutar de sus derechos fundamentales sigue siendo un desafío cotidiano. Obstáculos como la falta de accesibilidad, la escasez de apoyos, la discriminación, la soledad no deseada o la falta de recursos en el ámbito de la dependencia impiden ejercer derechos tan esenciales como:
- El derecho a la igualdad y a no sufrir discriminación.
- El derecho a una vida independiente y a participar en la comunidad.
- El derecho a la educación, al trabajo y a la salud en igualdad de condiciones.
- El derecho a la protección social y a cuidados dignos.
- El derecho a decidir sobre la propia vida.
La realidad demuestra que, para muchas personas, estos derechos no están plenamente garantizados, a pesar de que instrumentos como la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) obligan a los Estados a garantizar entornos accesibles, apoyos adecuados y políticas inclusivas.
Una mirada amplia: discapacidad, dependencia y envejecimiento
La discapacidad y la dependencia no son fenómenos aislados; forman parte de la diversidad humana. A lo largo de la vida, cualquiera puede necesitar apoyos para desarrollar su proyecto vital. Y con una población cada vez más envejecida, es imprescindible hablar de derechos humanos en relación con las personas mayores, muchas de las cuales también viven situaciones de dependencia o vulnerabilidad.
Garantizar sus derechos significa:
- Asegurar sistemas de cuidados dignos, accesibles y de calidad.
- Combatir el edadismo y la exclusión social.
- Facilitar entornos accesibles, seguros y adaptados.
- Respetar la autonomía personal en todas las etapas de la vida.
Por qué hoy es un día para actuar
El Día de los Derechos Humanos no es una celebración aislada. Es un recordatorio de que la verdadera igualdad solo existe si llega a todas las personas.
Desde CEDDD defendemos que los derechos de las personas con discapacidad, en situación de dependencia y mayores no pueden posponerse ni supeditarse a condiciones económicas, administrativas o sociales. Son derechos inherentes a la dignidad humana.
Por eso, hoy renovamos nuestra exigencia:
- Más accesibilidad en todos los entornos.
- Más apoyos para la vida independiente.
- Más recursos para la dependencia.
- Más políticas públicas que reconozcan la diversidad humana.
- Más participación real en la toma de decisiones.
Nuestro compromiso desde CEDDD
En CEDDD seguimos trabajando cada día para que los derechos de estos grupos sean respetados, promovidos y protegidos. Impulsamos propuestas, promovemos diálogo, reivindicamos mejoras legislativas y escuchamos a las personas y organizaciones que conviven con estas realidades.
Este 10 de diciembre nos recuerda que queda mucho por hacer, pero también que la defensa de los derechos humanos es un compromiso colectivo y permanente.
Porque una sociedad que respeta y protege a todas las personas es una sociedad verdaderamente justa y democrática.
