Un total de 4,38 millones de personas (94,9 de cada mil habitantes) afirmaron tener algún tipo de discapacidad en la última encuesta sobre Discapacidad, Autonomía personal y Dependencia del INE.
Tras 12 años sin recopilar datos oficiales, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado por fin este año, con cifras de 2020, una nueva Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia 2020 (EDAD-Hogares 2020), en la que se dibuja un flamante mapa de la discapacidad y la dependencia en la España post COVID.
De entre todas las conclusiones que pone de manifiesto este estudio, que no son pocas, destaca que un total de 4,38 millones de personas residentes en hogares afirmaron tener discapacidad o limitación de autonomía. De ellas, 4, 32 millones tenía seis y más años, lo que supone un aumento del 14,0% respecto a la anterior encuesta de este tipo, realizada en 2008.
Por sexo, manifestaron tener discapacidad 1,77 millones de hombres (un 17,1% más que en la anterior encuesta) y 2,55 millones de mujeres (un 11,9% más). La tasa de discapacidad se situó en 81,2 por mil entre los hombres y 112,0 por mil entre las mujeres (un 11,8% y un 5,4% más que en 2008, respectivamente).
Por grupos de edad, las tasas de discapacidad fueron superiores en los hombres hasta los 34 años y en las mujeres a partir de los 35. La diferencia más acusada por sexo se registró a partir de los 70 años.
El único grupo de edad en el que ha aumentado significativamente la tasa de discapacidad respecto al año 2008 fue el de seis a 24 años. Por el contrario, los mayores descensos en las tasas respecto a la anterior encuesta se han dado entre las personas de 35 a 44 años y de 70 a 74 años.
Según los datos recopilados por el INE, las personas encuestadas señalaron los problemas de movilidad como el tipo de discapacidad más frecuente, con una tasa de 54,0 por mil habitantes. Atendiendo a los resultados de la encuesta, el 55,7% de las personas con discapacidad presentaron dificultades importantes de movilidad, el 46,5% tenía problemas relacionados con la vida doméstica y el 31,6% con el cuidado personal.
Estos porcentajes ascendieron al 65,1%, 64,5% y 48,5%, respectivamente, entre las personas con discapacidad de 80 y más años.
La discapacidad tiene cara de mujer
Por sexo, la tasa de discapacidad, de cualquier tipo, es mayor entre las mujeres, con 68,5 frente a 38,9 de los hombres. Las mayores diferencias se encontraron en los problemas de movilidad y en las dificultades de realización de tareas domésticas, donde las tasas de prevalencia en mujeres casi duplicaron las de los hombres.
Un total de 2,4 millones de personas indicaron tener el máximo grado de severidad en algún tipo de discapacidad cuando no reciben ayudas (1,5 millones de mujeres y 0,9 millones de hombres). Las dificultades en la realización de las tareas domésticas (63,1%), los problemas de movilidad (62,7%) y el autocuidado (61,9%) presentaron mayor severidad.
El número de personas que recibían algún tipo de ayuda técnica, personal o ambas se situó en 3,3 millones. Las mujeres accedieron proporcionalmente a más ayudas: el 78,2% frente al 71,8% de los hombres.
Por su parte, 1,3 millones de personas tienen el máximo grado de severidad cuando reciben ayudas. De ellas, 851,2 mil eran mujeres y 458,0 mil hombres.