“Salía enganchado de la cárcel, porque en prisión hay la misma droga que en la calle”

captura de pantalla de la jornada sobre patología dual

Profesionales, familias y testimonios en primera persona cuestionan el tratamiento de la salud mental en las prisiones en una nueva jornada CEDDD para visibilizar la patología dual.

24 de noviembre de 2023. Patología dual es el término que hace referencia a la convergencia de un trastorno de adicciones y uno psiquiátrico en una persona individuo. La dificultad para diagnosticarla y tratarla hace que muchas de las personas que la tienen se encuentren en prisión. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nueve de cada 10 presos en España tienen o han tenido problemas de salud mental. Sin embargo, en los centros penitenciarios españoles solo hay 0,2 psiquiatras por cada 1.000 personas que se encuentran en prisión. 

Ante esta situación, el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD), en colaboración con la Federación de Patología Dual, ha reunido a profesionales, expertos, familias y testimonios en primera persona en la jornada CEDDD ‘Patología Dual: salud mental en prisión’, para visibilizar esta realidad y analizar posibles soluciones.  

En el acto presentado y moderado por Albert Campabadal y Mar Ugarte, presidente y vicepresidenta respectivamente de CEDDD, compartieron sus conocimientos y experiencias el psiquiatra especialista en drogodependencias Javier Ogando Rodriguez, la Educadora, terapeuta y docente Marien Alaminos Sevilla y M. Asun Zubia Murguiondo, familiar de una persona con patología dual y presidenta de la Federación patología dual. Junto con ellos ofreció su testimonio una persona diagnosticada con patología dual que ha pasado parte de su vida en prisión.

Entre otras cuestiones, la jornada puso de relieve el alto porcentaje de personas con patología dual que tienen conductas suicidas (“al menos el 70%”, según María Asun Zubia), la urgencia de acercar los centros penitenciarios a las familias para facilitar las visitas, la necesidad de organizarse en una federación para visibilizar la situación de las familias y acabar con la enorme estigmatización de las personas con patología dual y la emergencia de cambiar el modelo asistencial a la salud mental, invertir más en prevención y menos en fármacos y hospitalización. “Los recursos en salud mental han aumentado, pero los resultados no se han hecho ver”, afirmó el doctor Ogando al respecto. En su opinión, esto se debe en parte a que no existe una “visión conjunta» de la psiquiatra general y de la especializada en adicciones, lo cual perjudica enormemente a las personas con patología dual.

“Se confunde el sufrimiento con la enfermedad, cuando el sufrimiento es una expresión de esa enfermedad”, afirmó Ogando, para luego añadir: “la patología dual es un grandísimo problema de sufrimiento personal, pero también es un problema de salud pública impresionante”. Y basándose en su experiencia, apostilló: “Es estos momentos las cárceles son psiquiátricos encubiertos”.

Según este profesional, los pacientes que desarrollan una adicción, en un altísimo porcentaje, cercano al 100%, van a acabar desarrollando una patología psiquiátrica. Mientras que los pacientes que tienen un diagnóstico desde la perspectiva de la psiquiatría convencional o tradicional tienen una vulnerabilidad y una probabilidad enorme de desarrollar conductas adictivas.

Frente a esto, las personas con patología dual se encuentran en medio de dos redes de atención: adicciones y salud mental, lo que dificulta tanto su diagnóstico como su tratamiento. “En las adicciones, muchas veces el problema es que no se llega al abordaje del conflicto mental del paciente; no se analiza por qué está obligado a desarrollar esas conductas y si nos quedamos en lo meramente conductual no pasaremos de ahí”, agregó.

El doctor explicó que “hasta ahora se nos hacía escoger el diagnóstico principal, obviando los secundarios, de forma que estos desaparecían”. Por ello, ahora toca “invertir en estrategias que impidan que los pacientes tengan que ir a hospitales y para eso hace falta un diagnóstico adecuado del problema”, señaló.

Por su parte, Marien Alaminos destacó que, cuando una persona con patología dual entra en prisión, “nadie lleva el diagnostico; no existe una comunicación entre el médico que lo trató fuera de prisión y el médico que lo trata dentro, por lo que a partir de ahí todo va a ir mal”, asestó.

Esta afirmación fue corroborada por Jose, persona con patología dual que ha pasado parte de su vida en prisión y prestó su testimonio durante la jornada CEDDD. “Siempre he sido un niño muy nervioso y con 12 años empecé con retinoles para calmarme, hasta que llegué a la heroína, que me hacía estar tranquilo de verdad; a partir de ahí mi vida fue delinquir y consumir”, relató.

Con las adicciones ya superadas, José explicó cada vez que entraba en prisión lo “atiborraban a pastillas, que no servían de nada porque en prisión seguía consumiendo”. Según afirmó, “salía enganchado de la cárcel, porque en prisión hay la misma droga que en la calle”.

Diagnosticado de patología dual “hace poco”, Jose explicó que ha conseguido rehacer su vida y que esta es más tranquila, porque ahora sabe qué le pasa. “Antes no entendía nada, me daban unos prontos que no tenían sentido, porque no sabía expresarme de otra manera, y acaba en asilamiento, que es la cárcel dentro de la cárcel”, dijo.

La jornada está disponible con subtítulos en el canal de You Tube de CEDDD.

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