La edad de jubilación ha sido un tema central en los últimos debates sobre reformas laborales y sostenibilidad del sistema de pensiones. Con el aumento progresivo de la edad de jubilación en muchos países —incluido España—, las preocupaciones sobre cómo estas reformas afectan a los colectivos más vulnerables, como las personas con discapacidad, se han intensificado.
En este artículo, exploraremos cómo los cambios en la edad de jubilación impactan a las personas con discapacidad, qué excepciones existen, y qué desafíos y oportunidades presenta el nuevo panorama laboral.
¿Cuál es la nueva edad de jubilación?
En muchos países europeos, incluida España, la edad ordinaria de jubilación está aumentando de forma gradual, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. En 2025, la edad legal para jubilarse será de 66 años y 6 meses para quienes hayan cotizado menos de 38 años, y de 65 años para quienes hayan cotizado al menos 38 años. Este incremento progresivo responde a factores como el envejecimiento de la población y la esperanza de vida creciente.
Jubilación anticipada por discapacidad: una excepción necesaria
A pesar del aumento general de la edad de jubilación, las personas con un grado de discapacidad reconocido tienen acceso a modalidades especiales de jubilación anticipada. En España, por ejemplo, aquellas personas con un grado de discapacidad igual o superior al 65%, o con un 45% si se trata de enfermedades concretas recogidas en la normativa, pueden jubilarse antes de la edad ordinaria.
Esta medida busca compensar las dificultades añadidas que enfrentan las personas con discapacidad en el entorno laboral, tanto por las limitaciones físicas o cognitivas como por la discriminación estructural que aún persiste.
Requisitos para acceder a la jubilación anticipada por discapacidad
Para beneficiarse de esta modalidad de jubilación, la persona debe cumplir una serie de requisitos:
- Tener reconocida una discapacidad igual o superior al 45% o al 65% según el caso.
- Que dicha discapacidad haya estado presente durante un número mínimo de años dentro de su vida laboral.
- Estar en alta o situación asimilada al alta en la Seguridad Social.
- Haber cotizado un mínimo de 15 años, dos de los cuales deben estar comprendidos dentro de los últimos 15 años.
En algunos casos, se permite adelantar la jubilación hasta los 52 años, lo que representa un alivio considerable para quienes ven su capacidad de trabajo reducida antes de alcanzar la edad ordinaria.
Impacto social y económico de la nueva edad de jubilación
El aumento de la edad de jubilación puede representar un obstáculo importante para las personas con discapacidad que no cumplen los requisitos específicos para una jubilación anticipada. Muchos trabajadores con discapacidad sufren un mayor desgaste físico y mental, lo que les dificulta mantener su actividad laboral hasta los 66 o 67 años.
Además, si no tienen suficiente cotización o no han obtenido el reconocimiento oficial del grado de discapacidad, pueden encontrarse en una situación de vulnerabilidad económica al no poder acceder a una pensión completa ni mantenerse en el mercado laboral.
¿Qué se puede mejorar?
Para proteger los derechos de las personas con discapacidad frente al nuevo marco de jubilación, es esencial:
- Facilitar el acceso al reconocimiento de la discapacidad mediante procesos más ágiles y menos burocráticos.
- Aumentar la flexibilidad en la edad de jubilación para casos particulares que no cumplen con todos los requisitos formales pero presentan una situación de fragilidad evidente.
- Promover políticas de empleo inclusivas que permitan a las personas con discapacidad trabajar en condiciones dignas hasta que decidan jubilarse.
La nueva edad de jubilación plantea retos importantes, especialmente para las personas con discapacidad. Aunque existen medidas para facilitar la jubilación anticipada en estos casos, aún queda camino por recorrer para garantizar una verdadera equidad. Es fundamental que las reformas consideren no solo los aspectos económicos, sino también los sociales, garantizando un sistema de pensiones justo para todos, sin dejar atrás a quienes más apoyo necesitan.